TICS Y LA EDUCACIÓN
El sistema educativo
no puede quedar al margen de los nuevos cambios. Debe atender a la
formación de los nuevos ciudadanos y la incorporación de las nuevas
tecnologías ha de hacerse con la perspectiva de favorecer los
aprendizajes y facilitar los medios que sustenten el desarrollo de los
conocimientos y de las competencias necesarias para la inserción social
y profesional de cualidad. Debe también evitar que la brecha digital
genere capas de marginación como resultado de la analfabetización
digital.
El saber está
omnipresente en la sociedad actual, sin embargo la educación no puede
sucumbir a este abuso. No debe confundirse saber e información. Las
nuevas tecnologías dan acceso a una gran cantidad de información, que no
ha de confundirse con el saber. Para que la información devenga en
conocimientos el individuo debe apropiarsela y reconstruir sus
conocimientos. Por esta razón lo primero que debe hacerse explícito es
que la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación no han de
eludir la noción de esfuerzo. Los nuevos recursos informáticos pueden
contribuir al desarrollo de las capacidades cognitivas de los
ciudadanos, pero nunca en ausencia del esfuerzo personal.
Las tecnologías
constituyen un medio como jamás haya existido que ofrece un acceso
instantáneo a la información. A cada uno le toca enriquecer y construir
su saber a partir de esa información y a la educación proporcionar las
bases para que esto se produzca. Para que estas tecnologías estén
verdaderamente al servicio de la enseñanza y del aprendizaje y
contribuyan a la formación de los ciudadanos y los trabajadores que
necesita esta sociedad, tal penetración tecnológica debe estar
acompañada de una evolución pedagógica. Las nuevas tecnologías exigen un
cambio de rol en el profesor y en el alumno. El profesor no puede seguir
ejerciendo sus funciones tradicionales discursivas a la hora de instruir
al alumno.
USO DE LAS TICS EN EDUCACIÓN
Las nuevas
tecnologías pueden emplearse en el sistema educativo de tres maneras
distintas: como objeto de aprendizaje, como medio para aprender y como
apoyo al aprendizaje.
En el estado actual
de cosas es normal considerar las nuevas tecnologías como objeto de
aprendizaje en si mismo. Permite que los alumnos se familiaricen con el
ordenador y adquieran las competencias necesarias para hacer del mismo
un instrumento útil a lo largo de los estudios, en el mundo del trabajo
o en la formación continua cuando sean adultos.
Se consideran que
las tecnologías son utilizadas como un medio de aprendizaje cuando es
una herramienta al servicio de la formación a distancia, no presencial
y del autoaprendizaje o son ejercicios de repetición, cursos en línea a
través de Internet, de videoconferencia, cederoms, programas de
simulación o de ejercicios, etc. Este procedimiento se enmarca dentro de
la enseñanza tradicional como complemento o enriquecimiento de los
contenidos presentados.
Pero donde las nuevas
tecnologías encuentran su verdadero sitio en la enseñanza es como apoyo
al aprendizaje. Las tecnologías así entendidas se hayan pedagógicamente
integradas en el proceso de aprendizaje, tienen su sitio en el aula,
responden a unas necesidades de formación más proactivas y son empleadas
de forma cotidiana. La integración pedagógica de las tecnologías difiere
de la formación en las tecnologías y se enmarca en una perspectiva de
formación continua y de evolución personal y profesional como un “saber
aprender